La mentoría es una relación de aprendizaje guiada e integral, de una persona experimentada (mentor) a otra con menos experiencia (discípulo, aprendiz), con un alcance a largo plazo, que tiene como objetivo guiar, estimular, desafiar y elevar a la máxima potencia las capacidades y talentos del discípulo tanto a nivel personal como profesional. Es una relación sinérgica o simbiótica, en la que ambas partes se benefician retroalimentándose. En el transcurso del tiempo, en los procesos exitosos de mentoría, las diferencias entre mentor y discípulo se van diluyendo porque ambos se vuelven pares, colaboradores y mentores, asegurando la transmisión de saberes y valores.
Si bien la relación mentor-discípulo existió a lo largo de la historia, en el entorno actual- complejo, cambiante, interconectado, inmerso en la inmediatez-, es donde la mentoría resulta un modelo válido para abordar el aprendizaje de las competencias educativas y productivas necesarias para el siglo XXI, superadoras de las ideas de erudición y de acumulación de contenidos.
En el ámbito académico, el mentor suele ser una figura de referencia con grandes valores: altruismo y generosidad, honestidad, sinceridad, respeto. Posee sólidos y profundos conocimientos, así como sobresalientes habilidades y competencias (liderazgo, inteligencia emocional, entre otros), gran dedicación y una habilidad para identificar y potenciar estas capacidades y talentos en otros.
El discípulo dedicado que reconoce estas cualidades en su maestro, encuentra en él una luz con la que orientarse, aprender, desarrollar su vocación y actuar guiado por sus enseñanzas y valores.
Es por el mentor que el discípulo se “lanza al océano”, abre su mente, expresa sus máximas aspiraciones y da vida a sus verdaderos talentos. Es por el discípulo, que el mentor se siente comprometido a transmitir y compartir su pasión, en este caso por la ciencia.
Houssay y Leloir son un ejemplo cabal del poder de la mentoría. De orígenes, experiencias y personalidades distintas, ambos supieron construir esa relación basada en el respeto mutuo y en elevadas virtudes. Constituyen un modelo de excelencia académica, de ética, de compromiso y de cualidades humanas con resultados reales y exitosos, que compartieron entre ellos y transmitieron implícitamente a cada generación científica que los continuó.
A través del espacio “Mentoría” ponemos a disposición de la sociedad información relativa a este proceso, desde los distintos aspectos en que lo construyeron dos de sus protagonistas: Bernardo A. Houssay y Luis F. Leloir, científicos argentinos que desarrollaron la ciencia en nuestro país y que obtuvieron el Premio Nobel (Medicina 1947, Química 1970 respectivamente).
Tenemos la convicción de que este acercamiento virtual servirá como fuente de inspiración, de energía y de motivación, para los mentores y discípulos de hoy, nuestros líderes de mañana y para el resto de la sociedad contribuyendo también con la cultura científica para todos, en pro de un desarrollo humano más justo, equitativo y sostenible.